Luis Enrique, hijo de puta, ¿dónde está el tabique?

Que gratos recuerdos nos trae aquel verano del 94 en Estados Unidos cuando la selección española caía derrotada ante la italiana (y no precisamente por este hecho) y en uno de los últimos ataques de la "roja", en un balón centrado desde la derecha y al que nadie iba a llegar, el grande TASSOTI mueve un poco el codo hacía atrás y le revienta el tabique nasal a L. Enrique, que momento para la historía, que felicidad indescriptible, y no solo porque se lo rompiera, sino por verlo sangrar como lo que es, como un puto cerdo, mientras sus lágrimas de fustracción y rabia se dejaban caer incesantemente para verguenza de un pais y alegria del oviedismo, que veían como el aldeano de los huevos se humillaba a si mismo y dejaba para la historía unas imágenes de lo más patéticas sobre su "figura".

Como siempre los medios de comunicación españoles, se echaron encima del árbitro por no señalar penalty en esa jugada, que si era penalty, pero que si no hubiera sangrado no habría pasado del típico codazo en una jugada sin ningún peligro, vamos, el típico penalty que nunca se pita, olvidándose de los errores de Salinas y Caminero ante Pagliuca o de la cagada de Zubizarreta, Alkorta y Abelardo en el golazo de Roberto Baggio.

Luis Enrique siempre proclamó a los 4 vientos su antioviedismo, siempre señaló que quería que descendiéramos para que hubiera derby, ya que de aquella para enfrentarnos con el esportín había que estar en 2ª. Sus visitas como madridista y posteriormente, como mercenario barcelonista al Tartiere tuvieron 2 etapas muy diferenciadas. En las primeras siempre las liaba, siempre nos metía goles y jugaba la de Dios, y es que la enorme presión a la que se le sometía parecía motivarle aún más, como en la primera jornada de la temporada 96/97 donde él y Stoickov nos metieron dos goles cada uno en la victoria barcelonista por 2 a 4, y a cada gol que nos metió se quitó la camiseta y empezó a hacer gestos al público, pero la Diosa Fortuna se alió con nosotros y desde esa temporada no volvió a jugar de titular en Oviedo nunca más, o se lesionaba, sancionaba o salía de suplente para no hacer nada, para desgarcía nuestra y beneficio culé que no tenía que soportar la enorme caldera que era el Carlos Tartiere cuando el de Puerto de Vega, que no de gijón, juagaba por aquí.

Ahora ha vuelto a la actualidad porque con el rollo de Villa en la Eurocopa se les ha querido comparar, y aunque el de Tuilla también es una gran hijo de puta, jamás llegará al nivel del "tabiqueño", además que gran mérito el de Villa, sustituir al"7" más carismático de la selección para jugar y meter goles contra equipos de mierda y ya, en la fase decisiva del campeonato, desaparecer y jugar horrosamente frente a Italia y luego no disputar ni las semifinales ni la final cuando España desarrolló su mejor fútbol.

Por su parte, L Enrique va a entrenar al filial azulgrana, a ver si con un poco de suerte, si se cargan a Laporta (el cual por cierto, es el mayor enemigo de Boixos, los cuales tienen como su socio de honor a Luis Enrique, algo que no parece muy compatible, pues ahora él trabaja para el presidente del Barcelona), el nuevo echa al payaso aldeano, porque sino volverán a 3ª. Supongo que ya lo sabéis, otra de las múltiples entidades aldeanas controladas por Tini, "Cajastur", que jamás ha apoyado a nuestro club, ha elegido al eprsonaje del fotomontaje de arriba como su imagen en Cataluña, que verguenza para todos los asturianos de bien.